Cómo cambiar las escobillas del limpiaparabrisas
Las escobillas son elementos de limpieza, pero también de seguridad, puesto que garantizan la visión correcta que un conductor necesita para conducir y ser consciente del entorno por el que circula: sin suciedad por medio. Su mantenimiento es fundamental, un proceso en el que también se incluye el cambio de las escobillas cuando ya no llevan a cabo su función. Aunque tienen unos 750.000 barridos de vida útil, lo ideal es valorar su estado real y tener en cuenta que se cambian una vez al año. Toma nota de todos nuestros consejos en MODRIVE.
Diferencias coche manual y automático
Las escobillas y limpiaparabrisas son elementos básicos de nuestros coches, que están evolucionando cada vez más, para ofrecer tecnología, funcionalidad y mucha seguridad. Van colocadas en la luna del vehículo y tienen la función de limpiarla cuando exista suciedad o cuando haya un exceso de agua por lluvia o por nieve. En definitiva, su función es mantener la visión del conductor.
Las escobillas no solo tienen que estar bien instaladas, sino que la calidad de estas es fundamental para poder garantizar que la limpieza sea homogénea y no se creen surcos o manchas en los cristales. Para ello hay que elegirlas en función del tipo de coche, del tamaño de la luna y de las preferencias en cuanto a limpiezas.
Tipos de escobillas
En el mercado puedes encontrar diferentes tipos de escobillas del limpiaparabrisas, cuyas funciones son las mismas, pero cuya estética y funcionamiento puede variar ligeramente. Las más habituales son las escobillas planas, que son de goma por completo y tienen una gran eficacia en el barrido. Destacan por su diseño aerodinámico y por tener una presión bastante homogénea en el limpiaparabrisas.
El segundo tipo son las convencionales, que incluyen elementos metálicos en el diseño y tienen doble pintura anticorrosiva que cubre una estructura muy robusta sumando durabilidad. El resultado de su limpieza es suave y bastante ágil. Por último, nos encontramos con las escobillas híbridas, que son la combinación de las dos opciones anteriores y aportan aerodinamismo y gran rendimiento. Recuerda que es fundamental elegir un tamaño correcto de las escobillas, para maximizar el rendimiento.
Cómo cambiar las escobillas del limpiaparabrisas
Cambiar las escobillas del limpiaparabrisas es muy sencillo: lo más esencial es hacer una selección de calidad, priorizando un modelo que sea compatible con nuestro coche y cuyo sistema y limpieza sea el correcto para nuestra luna.
Una vez hayamos seleccionado las escobillas ideales, retira las antiguas presionando la pestaña de seguridad que permite retirarlas. Después coloca en el brazo móvil de las escobillas en su anclaje, de forma vertical, asegurando la comodidad en el cambio. Cuando la nueva escobilla está bien colocada, se escuchará un “clic” que verifica que está bien colocada.
Repite el proceso en la otra escobilla y comprueba que funcione correctamente, que el barrido sea homogéneo y que estén bien ancladas y sean resistentes a los movimientos.
Fallos y reparaciones
Las escobillas deben de cambiarse al menos una vez al año, momento en el cual suelen estar desgastadas y pueden dañar la luna del coche, además de no estar correctamente ajustadas. Uno de los signos clave es cuando empiezan a hacer ruido o no limpian bien una zona en concreto. Recuerda que las escobillas tienen fecha de caducidad, un indicativo esencial para circular con seguridad.
Desde MODRIVE recordamos que a las escobillas del limpiaparabrisas siempre hay que darles el uso correcto: uno de los más habituales es descongelar los cristales del coche, pero esa no es la función de este elemento ya que la goma podrá dañarse con más facilidad. Además, siempre que se haga una limpieza de las lunas del coche hay que valorar el tipo de agua que se utiliza, evitando el agua con cal y productos que no son aptos para ese cometido. Si tienes cualquier duda en cuanto al cambio de las escobillas y notas que no están funcionando como deberían, en MODRIVE te contamos todos los trucos. ¡Toma nota!