¿Qué es el GLP?

Si estás buscando un vehículo respetuoso con el medio y que tenga potencia, los coches de gas son una alternativa que cada vez coge más fuerza. Los coches GLP son vehículos que funcionan por medio de gas comprimido, lo que da un extra de autonomía frente a los sistemas de combustible tradicionales: por ese motivo han aumentado las ventas de estos sistemas de gas.

Estas siglas quieren decir gas licuado de petróleo, pero también se conoce como "autogás", cifrándose más de 50.000 vehículos en España con este sistema en circulación.

Hay muchas firmas de coches que ya ofrecen como alternativa este tipo de motorización, combinando los motores tradicionales de gasolina y el propio almacenaje de gas licuado: estos coches tienen sus particularidades, pero deberán de pasar la ITV como un coche tradicional. Es la mezcla de propano y butano, la mezcla de varios gases que en proporción ofrecen una autonomía a valorar.

¿Cómo funcionan los coches GLP?

Tienen algunos componentes que garantizan su funcionamiento, como la toma de carga, el depósito, la multiválvulas, el filtro, el vaporizador, los inyectores, la centralita y el conmutador. El sistema se nutre del gas y de la gasolina para dar potencia a tu conducción y provocar movimiento, pero estos no funcionan de forma simultánea: de estado gas se pasa a estado líquido, llegando a los inyectores de gas que controla la centralita.

Es la centralita la que interviene en las revoluciones, los tiempos de inyección de gasolina y la dosificación de GLP al motor, si hemos elegido el modo de circulación con gas. Recuerda que incluso aunque hayamos elegido el modo gas, si el coche no ha llegado a los 40 grados, será imposible su encendido, por eso leste tipo de coches siempre arrancan utilizando gasolina.

Ventajas e inconvenientes

Este tipo de coches presentan varias ventajas significativas tanto desde el punto de vista económico como medioambiental

  • Ahorro económico: el GLP suele ser considerablemente más barato que la gasolina y el diésel. Esto se traduce en un menor costo por kilómetro recorrido. Además, en muchos países, existen incentivos fiscales y subvenciones, así como para la conversión de vehículos de gasolina a GLP. 
  • Menor emisión de contaminantes: emiten menos dióxido de carbono (CO2), óxidos de nitrógeno (NOx) y partículas en comparación con los coches de gasolina y diésel. Esto contribuye a una mejor calidad del aire y a la reducción del efecto invernadero. Suelen tener etiquetas ecológicas (como la etiqueta ECO), lo que permite acceder a zonas de bajas emisiones y disfrutar de ventajas como el estacionamiento gratuito o reducido. 
  • Mayor Autonomía: están equipados con un sistema de doble depósito, uno para gasolina y otro para GLP, lo que permite una mayor autonomía al poder utilizar ambos combustibles.  
  • Incentivos y ayudas gubernamentales: hay ayudas disponibles para la conversión de vehículos de gasolina a GLP, lo que puede reducir significativamente el costo de la conversión. Algunos municipios ofrecen descuentos en el impuesto de circulación.  

Algunos de los inconvenientes más marcados de este tipo de coches son: 

  • Mala calibración desde el sistema central del vehículo, ya que hace una lectura del sistema de inyección de gasolina, pudiendo alterar la programación correcta.
  • Autonomía limitada: otro de los puntos mejorables de este mecanismo es que su autonomía en cuanto a gas se refiere es limitada, con una tasa de unos 500 kilómetros meramente con el depósito de gas: supone un refuerzo a la autonomía del motor de gasolina.:
  • Pocos puntos de repostaje: una cifra que aumenta cada vez más, teniendo en cuenta el éxito de este tipo de sistemas en los últimos años. Sí es cierto que no se puede equiparar con las estaciones convencionales de gasolina y diésel. Además, el arranque de estos coches siempre está proporcionado por la gasolina, por eso el consumo residual se equipara a los 100% gasolina en este momento de la conducción.

¿Cómo se conducen estos coches?

Al igual que los coches automáticos o los coches híbridos o eléctricos, tienen sus particularidades en cuanto a sensaciones en conducción, especialmente la conducción más suave, silenciosa o sin vibraciones. Se presenta como una opción ideal para el ahorro de combustible y también por cuestiones medioambientales.

Una de las consideraciones más importantes es a la hora de repostar. Aunque es un método 100% seguro, es recomendable que sepas que al acabar de repostar habrá una ligera fuga de gas, pero al tratarse de una décima de segundo no hay peligro: al finalizar cierra la tapa del combustible correctamente. Es recomendable que no utilices el teléfono móvil ni fumes mientras repostas, así como apagar las luces y el motor del coche.

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