Diferenciales del coche: qué son y cómo funcionan

Se trata de un conjunto de componentes mecánicos que se encargan de distribuir la potencia de la transmisión a las ruedas, permitiendo así que el vehículo pueda moverse con facilidad y eficiencia. Pero no es todo tan sencillo. Te explicaremos qué son los diferenciales del coche, cómo funcionan, los diferentes tipos que existen y por qué son tan importantes para cualquier conductor.

¿Cómo funcionan?

Antes de explicarte su funcionamiento, es importante que sepas que estas piezas se encuentran en la parte trasera del coche y están conectados con el sistema de transmisión y las ruedas traseras mediante un eje.

Su función principal es permitir que cada rueda gire a velocidades diferentes al tomar una curva o al girar en una esquina. Al tomar una curva, la rueda exterior debe recorrer más distancia que la interior, por lo que necesita girar a una velocidad mayor. Si el eje estuviera directamente conectado a ambas ruedas, una de ellas patinaría al intentar girar a una velocidad más alta que la otra. Es aquí donde entra en juego el diferencial, el cual cuenta con unos engranajes que permiten que las dos ruedas giren a velocidades diferentes, al mismo tiempo que reciben la potencia de la transmisión. De esta manera, el coche puede tomar la curva sin problemas y sin perder tracción en ninguna de las ruedas.

Tipos de diferenciales de un coche

Existen diferentes tipos de diferenciales que se utilizan en los coches, cada uno con sus propias características y finalidades. A continuación, explicaremos los más comunes.

Abiertos

Son los más comunes y se utilizan en la mayoría de los coches de tracción trasera y en algunos de tracción delantera. Están compuestos por dos semiejes unidos por un piñón central, que a su vez está conectado al árbol de transmisión. Este tipo permite que las dos ruedas giren a velocidades diferentes, pero si una pierde tracción, la potencia se transmitirá a través de la rueda con menos fuerza, reduciendo así la capacidad de movimiento del vehículo.

Autoblocantes

Los autoblocantes se utilizan en vehículos de alto rendimiento y en vehículos todoterreno. La diferencia principal con respecto a los anteriores es que están diseñados para transferir más potencia a la rueda con más tracción, evitando así el deslizamiento.

Dentro de este grupo existen diferentes tipos también, como el de deslizamiento limitado, que utiliza una serie de discos y muelles para distribuir la potencia de manera más equilibrada entre las dos ruedas. También está el de deslizamiento múltiple, el cual usa varios embragues para evitar el deslizamiento de las ruedas en condiciones de baja tracción.

Diferenciales electrónicos

Los electrónicos son una tecnología más reciente y se utilizan principalmente en coches de alta gama. En lugar de utilizar un sistema mecánico, estos utilizan sensores electrónicos para controlar la distribución de la potencia a las ruedas. Son especialmente útiles en vehículos con tracción en las cuatro ruedas, ya que pueden ajustar la potencia a cada rueda de manera más precisa y rápida, mejorando así la maniobrabilidad y el agarre en diferentes condiciones de conducción.

¿Por qué son importantes para el coche?

Estos elementos son una parte esencial de cualquier vehículo y desempeñan un papel fundamental en la seguridad y el rendimiento del mismo. Sin ellos sería prácticamente imposible tomar una curva sin perder el control o iniciar la marcha en una superficie resbaladiza. Por eso, el correcto funcionamiento de esta pieza es crucial para una experiencia de conducción segura y fluida.

Además, los diferentes tipos que existen permiten que los conductores elijan el que mejor se adapte a sus necesidades y al tipo de conducción que realizan. Por ejemplo, los autoblocantes son ideales para aquellos que buscan un mayor rendimiento en la carretera, mientras que los electrónicos ofrecen una mayor precisión en diferentes condiciones de conducción.