El embrague es uno de los componentes más esenciales de un coche, ya que es el encargado de conectar la transmisión del motor a las ruedas. Sin él no se podrían cambiar los cambios de marcha, por lo que no se podría conducir. Por eso, desde MODRIVE vamos a explicarte todo, sus componentes y funcionamiento.
Un embrague es un sistema que conecta el sistema de transmisión con el motor, controlando de forma eficaz la transferencia de energía entre estos dos componentes. Todos están compuestos por un disco, un platillo, una campana, una caja de cambios, un alojamiento del embrague, una plaqueta , un imán eléctrico, una polea y varios resaltos. El disco se conecta al motor con la ayuda de una polea. El platillo se monta de manera intercambiable sobre el alojamiento, mientras que la campana es la parte visible que conecta con la caja de cambios. La plaqueta se ubica entre el disco y el platillo, y está dispuesta de manera tal que se deslice libremente entre estas dos partes. El imán eléctrico se encarga de producir el campo electromagnético necesario para que el platillo se mueva, comprimiendo el disco, y permitiendo que la transmisión del motor se transmita a las ruedas.
La vida media de esta pieza depende en gran medida de los hábitos de conducción del conductor, así como del lugar donde se utilizan los vehículos. Esto es porque son partes muy sensibles y delgadas a las que le puede afectar la temperatura o las sobrecargas mecánicas, entre otras. Normalmente, hay que sustituirlo cuando el coche haya recorrido 40.000 - 60.000 kilómetros. Pero es importante que realicemos un mantenimiento del cambio de marchas de forma periódica para evitarnos cualquier avería o problema.
Para garantizar una vida útil adecuada del embrague es importante cuidar esta pieza, empezando por llevar a cabo un buen modo de conducción. Por otra parte, es esencial tener en cuenta los periodos en los que es necesario sustituirlo para evitar cualquier avería mayor. En el caso de que tengas un problema en el embrague te recomendamos que acudas a un taller oficial como el de MODRIVE, donde encontrarás el mejor equipo de profesionales. Aquí te aseguramos el mejor servicio y atención y que puedas disfrutar de tu coche siempre como el primer día.
La temperatura, la sobrecarga y el medioambiente son los principales factores que influyen en la vida útil. Cuando se sobrecalienta, estimulará la descomposición prematura y oxidación de sus componentes, lo que disminuirá su vida útil. La sobrecarga también reducirá la durabilidad del embrague, debido al desgaste producido por el exceso de presión que se ande sobre él. También son muy sensibles a la suciedad y al agua, por lo que es importante mantenerlos limpios para prolongar su durabilidad. Por último, los aceites y lubricantes de baja calidad son muy perjudiciales para el sistema del embrague. Estas partes del motor necesitan fluidos de incorporación de alta calidad para funcionar correctamente.
Los principales síntomas de que está desgastado son los ruidos anormales que emiten al pisar el pedal del embrague o durante el cambio de marchas. Otros síntomas son la vibración anormal que se siente al apretar el pedal, el olor a cloro quemado emitido o el goteo de líquido de la parte inferior del vehículo, que indican que ha fallado. Por supuesto, también hay que estar atentos a los síntomas iniciales de desgaste, como una sensación significativa de alivio cuando se cambia de marchas. Si siente alguno de estos síntomas, debe llevar el vehículo al mecánico para comprobar el estado del embrague y repararlo en caso de que sea necesario.