El híbrido autorrecargable es un vehículo que combina un motor de combustión interna y un motor eléctrico, permitiendo cargar la batería sin necesidad de enchufarlo a una fuente externa. Algunas de sus principales características son:
Autonomía eléctrica limitada para conducción urbana.
Recarga interna a través de la frenada regenerativa y el propio motor de combustión.
Eficiencia energética superior a los vehículos tradicionales.
Emisiones reducidas, favoreciendo la sostenibilidad.
No necesita enchufe, a diferencia del híbrido enchufable.
Baterías más pequeñas, pero más eficientes en generación de energía.
Coste inicial más bajo y mantenimiento menos complejo.
El motor de combustión actúa tanto para propulsar como para generar energía, a diferencia del híbrido enchufable donde el eléctrico puede actuar más autónomamente.
Es esencial cuando el motor eléctrico no cubre la demanda energética. Entre sus elementos clave están:
Cilindros, pistones y cigüeñal, para generar y transmitir el movimiento.
Sistema de inyección para optimizar la eficiencia y reducir emisiones.
Sistema de gestión del motor para ajustar funcionamiento y reducir consumo.
Complementa al motor térmico y permite desplazamientos en modo eléctrico. Incluye:
Motor eléctrico con respuesta rápida y eficiente.
Batería recargable mediante frenado regenerativo y motor térmico.
Inversor que convierte corriente continua a alterna y viceversa.
Gestión de energía que equilibra el uso entre ambos motores.
La batería se recarga de dos formas:
Mediante el motor térmico actuando como generador.
Con la energía recuperada en frenadas (regeneración cinética).
Esto asegura eficiencia energética constante.
El vehículo alterna automáticamente entre eléctrico, térmico o combinación según:
Demanda energética (aceleraciones, subidas).
Estado de carga de la batería.
Condiciones externas como la temperatura o el tráfico.
Reducción de emisiones de CO₂ y gases contaminantes.
Mayor eficiencia energética.
Posibilidad de usar energías renovables indirectamente.
Menor contaminación acústica.
Autonomía limitada en modo eléctrico.
Infraestructura aún en desarrollo.
Impacto ambiental de baterías en su fabricación y reciclaje.
Tiempo de carga indirecta más largo comparado con repostaje tradicional.
Coste inicial más elevado, aunque con ahorro a largo plazo.
Chequeo visual del cableado y terminales.
Comprobación de voltaje con multímetro.
Revisión de alternador, fusibles y conexiones.
Cambio de aceite periódico.
Sustitución de filtros de aire y aceite.
Revisión del sistema de refrigeración y bujías.
Uso de escáner OBD-II para anticiparse a fallos.
Frenado regenerativo mejorado.
Baterías más ligeras y rápidas (estado sólido, nuevas químicas).
Sistemas inteligentes de gestión energética.
Conectividad con apps y servicios en la nube.
Creciente demanda por parte de consumidores y empresas.
Inversión en infraestructura y alianzas tecnológicas.
Subvenciones y ayudas para la compra de híbridos.
Papel clave en la transición hacia una movilidad sostenible.
Los híbridos autorrecargables representan una solución práctica, ecológica y eficiente para los desafíos actuales de movilidad. Ofrecen lo mejor de dos mundos: energía eléctrica para la ciudad y respaldo térmico para trayectos largos. Con un buen mantenimiento y uso inteligente, son una opción realista y sostenible para muchos conductores.

Irene Guilló
Desde 2016 Irene forma parte de Marcos Automoción, donde lidera el posicionamiento estratégico de Modrive, la marca de reestreno propia del grupo, al mismo tiempo que coordina al equipo de marketing. Su labor se centra en definir e implementar acciones que refuercen la identidad corporativa, potencien la visibilidad y generen valor a través de una comunicación multicanal coherente y orientada al cliente. Su trabajo en Modrive representa la intersección entre estrategia, diseño de experiencia de cliente y comunicación efectiva, con una visión clara: construir marcas que conecten, inspiren y perduren.