El mantenimiento de coches es clave para prolongar la vida útil del vehículo y garantizar su seguridad. Revisar frenos, suspensión, neumáticos y fluidos ayuda a prevenir averías costosas. Además, las revisiones periódicas y diagnósticos electrónicos optimizan el rendimiento, reducen emisiones y favorecen una conducción más eficiente y sostenible.